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jueves, 13 de enero de 2011

AMOR Y MAR


Mirando el mar en calma de oleajes... surgió este apunte: Una de Amor y Mar... hasta el naufragio.

Ahora que miro el mar todo sosiego,
sé que será para los dos, mortaja
algosa, de naufragios lentos, suave
y oscilante vaivén de un tiempo manso,
prefijado en los crueles astrolabios.

Y allí será mi voz de caracola
y tu cuerpo disperso en él, amando;
porque el mar es destino azul y cíclico,
unánime sepulcro frío y puro.

Pero hoy miro a la mar toda sosiego
e invoco en mí una voz de marejada
por convocar un mar lecho y liturgia,
profundo giratorio y arbolado,
amarillo, arreciando embravecido.

Un mar de Poseidones sin Nereidas,
ciclónico en vaivén, sábanas de algas
en donde naufragar en ti: oleaje,
pasión salada, amor, futuro, muerte.

Ahora que miro el mar, destino y lecho
quiero una voz de maremoto y grito
por navegar tu piel hasta el naufragio.

Gonzalo Melgar

4 comentarios:

  1. El mar, el mar cambiante a todas horas con sus olas. Como la vida, como el amor....

    Besos

    Luz

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  2. Qué hermoso Gonzalo!
    Y los últimos tres versos
    "Ahora que miro el mar, destino y lecho
    quiero una voz de maremoto y grito
    por navegar tu piel hasta el naufragio."

    sacuden
    conmueven
    y se pierden, entre las olas de ese mar
    como los amantes, entre las sábanas.
    un beso

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  3. ¡¡Gracias!!
    Sí, la verdad es que esos últimos versos me emocionan a mí mismo: pasión, piel para navegar, olas de sábana... y el amor como horizonte de la muerte.

    Gonzalo

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