Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
Juan de la Cruz (cántico espiritual)
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Dos "afirmaciones" para empezar...
- El anhelo de ese "Amado" perdido, del que nunca plenamente gozamos quizá es, en sentido amplio, el motor poético primero de cuantos poetas somos.
- Y esa búsqueda trascendente, como las demás intimas pasiones humanas, sólo es comunicable de forma "aceptable" mediante el lenguaje poético.
Por eso empezamos por esta sencilla (¿?) estrofa de San Juan de la Cruz (del Cántico)... para empezar dignamente, con alguien que expresó esa íntima pasión primera de forma poética admirable.
Vendrán detrás (muy detrás) nuestras propias expresiones poéticas.
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Estimado Gonzalo, me alegra encontrar este espacio
ResponderEliminarLa poesia merece que se le dedique también un lugar en el ciber espacio...
Tus poemas interiioristas abren una puerta hacia el interior del espíritu y nos impulsan a encontrarnos con la trascendencia.
Querido Gonzalo,
ResponderEliminarme alegro de tu iniciativa. Ya sabes que algunos de tus poemas me llegan a ese rincón del alma donde la flor inmarcesible flota en el agua insondable. Ánimo.