Sobre este problema trata este poema: un "tratado de la Inspiración"

TRATADO POR LA INSPIRACIÓN (Soneto)
Hoy no soy yo quien habla. Hoy resuena
mi palabra en la altura. Donde ansía
ser auténtica, siento que no es mía,
sino su negativo. ¡Honda pena
la de callar hablando, esta condena
de silencio, aceptando mi afonía
por posibilitarte! Y tú, Poesía,
vienes de blanco, entonces, dulce y buena
en tus hilos solares. Suspendida
como un ave en el viento, pronunciando
en limpios ritmos las palabras Vida,
Amor o Luz… pero enmudeces cuando
oigo, al fondo, mi voz de cierva herida
que huye para morir ¡Sigue cantando!
Hoy no soy yo quien habla. Hoy resuena
mi palabra en la altura. Donde ansía
ser auténtica, siento que no es mía,
sino su negativo. ¡Honda pena
la de callar hablando, esta condena
de silencio, aceptando mi afonía
por posibilitarte! Y tú, Poesía,
vienes de blanco, entonces, dulce y buena
en tus hilos solares. Suspendida
como un ave en el viento, pronunciando
en limpios ritmos las palabras Vida,
Amor o Luz… pero enmudeces cuando
oigo, al fondo, mi voz de cierva herida
que huye para morir ¡Sigue cantando!
Gonzalo Melgar
[Se trata de un soneto, pero muy encabalgado, para que la estructura del discurso no coincida con el ritmo y la rima... y pueda mostrarse menos rígido que lo que es habitual.]
[Se trata de un soneto, pero muy encabalgado, para que la estructura del discurso no coincida con el ritmo y la rima... y pueda mostrarse menos rígido que lo que es habitual.]
No existen palabras para la voz del silencio
ResponderEliminarBesos y amor
je
Se quedan tan pequeñas las palabras para expresar tus sentimientos....
ResponderEliminarBello el poema.
Besos y amor
je
sedemiuqse
Bueno, efectivamente las palabras se nos quedan pequeñas para expresar las cosas grandes (y pequeñas) que vivimos en nuestra profundidad. Y ahí está la gracias de la poesía: "estirar" las palabras para que lo digan".
ResponderEliminarSe me ocurre incluir un poema sobre eso... lo próximo que meta.
Gracias Carmen.
PD: ¡Hay que ver tu blog!