Este sencillo poema vibra con la emoción que se experimenta cuando, a veces, nos encontramos en comunión con lo que nos rodea mientras actuamos. Se inspira en un verso de Leonard Cohen.
“...de vez en cuando me veo […] doblándome con los arco iris”
(L. Cohen)

la forma de mi cuerpo al arco iris
y mis retinas trazan
los límites confusos de las nubes.
De vez en cuando impulso
la brisa con mis manos
en ondas de montañas;
exhalo las neblinas de los valles;
contengo otoños; nutro primaveras.
A veces bebo sed o duermo sueño o canto
en la canción que nos contiene, a veces.
Gonzalo Melgar